Si bien todos lo conocemos, no todos lo hemos jugado; y es que a primera instancia nos parece de lo más complicado (¿Pero que no es así la vida de pareja?). Si tomáramos en cuenta las reglas del mismo ajedrez para comprender como reacciona el ser humano en su sexualidad y en su vida conyugal, podríamos entonces lograr entender un poco más acerca de ellas, que según mi colega John Gray vienen de Venus y ellos de igual manera vienen de Marte. Cuando en realidad todos venimos de la tierra y en la tierra vivimos.
El ajedrez como la vida, esta compuesta por diferentes piezas, mismas que están sujetas a ciertas reglas que de romperlas se pagará un castigo. Pero que si las sabemos jugar, entonces saldremos victoriosos admirados por propios y extraños.
Empezando por el precepto de que según algunos el mundo era de los hombres; y que hasta que apareció la"revolución" femenina comenzamos a compartirlo. Si echamos un vistazo a la historia, en todas sus categorías de: trabajo, enseñanza, religión, poder, reinado; el hombre era el que tenía la última decisión, sin embargo en el ajedrez no fue así, a pesar de tener su inició hace muchos años ya, quizá fue el primer paso que la mujer dio sin darse cuenta, para ser tomada en cuenta ¿Curioso no?
La ♕ Reina ♛, la hermosa dama que esta a nuestro costado, con quien compartimos la vida y creamos vida. Aquella dueña de quincenas y a quién debemos tratar con respeto, pues se mueve en el ajedrez de un lado para otro. La pieza importante, la única que dentro del tablero podrá ir en todas direcciones, en diagonal, hacia adelante cuantos bloques quiera y hacia atrás cuantos permita. El resto de las fichas dentro del juego le teme, y sin una estrategia clara jamás podrás vencerla. Es ella quién podrá tomar claramente una dirección y si la escuchamos es posible que llevemos una vida más placentera, un juego óptimo. Así mismo dentro del tablero de los hombres tenemos una Reina; misma que debemos de cuidar en su integridad y debemos dejar que juegue en su campo para que esta consiga nuestros mutuos objetivos.
En el Sexo: La Reina tiene el "poder" de lograr satisfacer a un hombre dejándolo exhausto. Si se esmera a tomar la iniciativa y convertirse en una Estratega Sexual. No solo limitarse a lo que el diga, si no que ante ponga también sus necesidades sexuales. Tomar la iniciativa también es importante, pues es el primer paso al éxito.
El ♔ Rey ♚; su nombre lo dice; A pesar de tener el poder absoluto como único monarca, solo podrá moverse una casilla a la vez. En cualquier dirección ¡si!, pero solo una a la vez. Es por ello que el Rey no es el mejor atacante y siempre habrá que protegerlo. Si le damos el uso adecuado será invencible, pero si este se lanza sin conocimiento alguno terminara desdichado. En el tablero de las mujeres también tiene a su Rey; quién sin la debida protección se enfrentara solo a los vicios y "pecados" de la vida que harán que el juego termine. El Rey, es simple, no se complica juega paso por paso, de casilla en casilla, a comparación de la Reina que suele ser un poco más "complicada", avanzando de muchas a la vez.
En el Sexo: El Rey debe dejar de lado la costumbre de llamar sexo al hecho de llegar al coito y eyacular; eso es solo el principio de un juego, no el FINAL. Si el Rey no ha muerto, el juego puedo durar por horas. Guarden a su Rey para el gran final, y no lo desperdicien al principio de la relación sexual con el coito o el "Jake del Tonto".
El Jake del Tonto, en el sexo es dejarse llevar por la penetración inmediata, eyacular y dejar a su pareja sin las posibilidades de conseguir el orgasmo. Como ya lo sabemos los niveles de excitación son distintos entre hombres y mujeres. No permitamos que el Jake del Tonto nos aceche y saquémosle el mejor provecho a nuestro "juego".
Al terminar este punto debemos preguntarnos: ¿Quien tiene la razón, el hombre o la mujer? ¿De quién es el mundo, de las mujeres o los hombres? ¿Somos realmente tan diferentes como para venir de planetas distintos?
La respuesta que podríamos decir es: ¡No!, simplemente son idénticos. No físicamente, pero si puede decirse que la Reina es la ficha principal, la más usada y la más fuerte, deberíamos de recordar que el juego no termina hasta que el Rey ha muerto, pero el Rey no sirve para atacar, es por ello que tanto la Reina como el Rey son las piezas claves en este juego llamado vida; y que las piezas que los rodean son solo eso: Piezas, que pueden moverse de un lado para otro, con limitantes y cualidades como su Rey y su Reina, pero siempre de menor importancia.
Si llegamos conocer a nuestro Rey o nuestra Reina, podremos flanquear las ♖ Torres ♜. Pues la comunicación es el precepto básico de la relación. Al principio de la relación como del juego, las Torres se sitúan en las esquinas del tablero. La torre representa que tanto queremos que la persona se acerque a conocernos realmente. La Torre representa nuestra intimidad y nuestra capacidad de comunicarnos o de permitir que nos conozcan tal cual somos, desde nuestro carácter hasta nuestras fantasías sexuales.
Cuando somos novios los primeros días todo es perfecto, tanto ellos como ellas. No existe problema alguno, ¿defectos? ¡ninguno! Sin darnos cuenta compramos esa imagen de un Rey o una Reina PERFECTOS, desprotegidos, sin nada que ocultar, 100% abiertos, que no exigen y solo dan y, sin darnos cuenta a tan solo pocas casillas, nos acechan las Torres, quienes con paciencia estarán estáticas hasta que estas sean molestadas. Las dejamos inmóviles al inicio, permitiendo que ella o el se acerquen, que sepan como somos sin embargo, en el momento cuando nuestra pareja esta por descubrir nuestros obscuros secretos, o aquella intimidad que no estamos dispuestos a compartir aplicamos lo que en el ajedrez se denomina "El Enroque", el único momento donde se pueden mover dos piezas al mismo tiempo, anteponiendo una barrera ante nuestro Rey. Impidiendo que nuestra pareja conozca más de nosotros mismos, quizá ¡La verdad! Debemos dejar que la relación fluya y que con ella fluya la comunicación, así podremos evitar que nuestra pareja se Enroque y permitir que un pequeño problema o duda se convierta en el pleito que termine la relación. Flanqueen las Torres, ganen su confianza, ábranse, descúbranse; comuníquense: CONÓZCANSE.
En el Sexo: Las Torres son las barreras que auto ponemos al conocimiento sexual, al desarrollo de los juegos y fantasías, tanto nuestras como de nuestras parejas. Si nos aman no deberemos ser juzgados y nuestras parejas pueden entendernos. Quizá no sigan nuestra fantasía o deseo al pie de la letra, pero serán consientes de que es lo que nos gusta y serán más propensos a llevarlo acabo. Comuníquense todos tenemos una fantasía o gusto que quisiéramos compartir.
El ♗ Alfil ♝, es conocido como el mensajero, por lo general lleva el sombrero de un obispo en la parte alta de la ficha y representa nuestras creencias. Lo que nosotros pensamos, creemos, nuestras costumbres y nuestras ideas. Como seres humanos defendemos dichos elementos ante cualquier oposición. Como en el ajedrez el Alfil podrá moverse cuantas casillas quiera, siempre en diagonal (Solo una dirección, porque es así como creemos que es y por eso creemos tener la razón en todo). Así mismo nosotros defendemos lo que pensamos sin importar con quién topemos. Quién se encuentra en nuestra dirección simplemente lo "comemos". Pero si entramos en razón, escuchamos y compartimos ideas con nuestra pareja, el Alfil también puede moverse en esa misma dirección (diagonal) pero hacia atrás, permitiendo tomar las creencias, las costumbres y los gustos de nuestras parejas como propios, cambiando así de dirección (en otra diagonal aledaña) que nunca se alejara del todo a lo que nos han inculcado, pero que como personas maduras podremos cambiar de parecer aveces porque es sano y otras porque de eso se trata la relación humana: Compartir y respetar.
En el Sexo: El Alfil sigue siendo nuestra creencia, nuestra experiencia, la diagonal de avance no tiene límite, debemos de seguir informados, leer, compartir e imaginar lo que nuestra mente quiere y puede alcanzar. Podemos llevar el sexo a orgasmos inimaginables si estamos dispuestos a cambiar nuestras creencias sexuales a unas compartidas y abiertas y no limitarnos a la posición del misionero porque fue la que nos "enseñaron".
Una vez que hemos conocido estas piezas, damos saltos en la vida evitando problemas, en vez de enfrentarlos, es ahí cuando aparece el ♘ Caballo ♞ la única pieza del ajedrez que puede saltar a otras. Como en ingles denominada Knight, este "caballero" es nuestra fuerza de voluntad, nuestra fuerza física y nuestra capacidad de luchar frente a los problemas. No nos movemos de una forma lineal, se mueven en L, porque creemos que es Lo más natural, Lo que debe hacerse, Lo que debemos hacer, Lo que queremos hacer. El Caballo es la única pieza que puede amenazar realmente a la Reina, quedando fuera de su linea de ataque. Es esa fuerza de voluntad y esas ganas de que la relación salga adelante la que nos puede ayudar a ganar la partida, pero así mismo a perder de vista el objetivo por tanto salto y quedar desprotegidos.
En el Sexo: El Caballo se transforma en el "querer es poder", dejemos de lado nuestros cuerpos y concentrémonos en el de nuestras parejas. Llevarlas a ellas al orgasmo nos hará sentirnos mejores. Eventualmente seremos premiados por nuestros esfuerzos.
Sin embargo las fichas más débiles del tablero son quienes están capacitadas para bloquear nuestro avance con el Caballo: Los ♙ Peones ♟, las piezas más débiles en el juego y las más frecuentes. Los Peones representan nuestros BUENOS y MALOS hábitos. Estos solo pueden moverse hacia adelante y NUNCA pueden retroceder. En la pareja permitimos que esos buenos y malos hábitos avancen, sobre todo los malos pues no queremos causar un gran alboroto solo porque: Dejo la tapa del baño arriba, no alzo la cocina, dejo tirada la ropa, no se arregla, no saco la basura, no quiere sexo hoy, etc.
Muchas veces esos malos hábitos avanzan hasta toparse con otros malos hábitos del rival (nuestra pareja) cuando estos dos malos hábitos chocan, ninguno de los dos Peones puede moverse, ya que solo comen en diagonal y ahora se ven "inútiles". Es sucede cuando permitimos los malos hábitos de nuestra pareja, pues sabemos que no es perfecta y así mismo ella permite los nuestros, tomándolos en un estire y afloje de mutuo acuerdo. Es quizá debido a: que a el si le gusta lavar platos y a ti no. O si a ella no le molesta recoger tu ropa tirada; sin embargo debemos de tener cuidado. Pues estos malos hábitos, al llegar al final del tablero rival pondrán: "Coronarse", lo que significaría cambiar la ficha (Peón) por cualquier otro tipo de ficha: (Reina, Alfil, Caballo y Torre). Eso significa que ahora nuestro problema es MAYOR, no lo cuidamos, no lo comimos, no lo platicamos cuando se veía indefenso, inútil al centro del tablero, pero ahora que se a Coronado, y que se a volcado como una amenaza latente queremos solucionarlo. Ahora que es un problema grave, atentará contra nuestro juego, nuestra vida y nuestro Rey.
Esos gustos o hábitos avanzan lentamente, solo para adelante hasta que dejamos de tolerarlos y los tapamos con nuestras propias virtudes o hábitos. "Nunca baja la tapa del baño"("defecto") tapa a ese peón con uno tuyo diciendo: "Pero tampoco nunca la deja hecha un asco"("virtud"). El siempre me llevaba flores ("virtud"), pero desde que le digo que tengo dolor de cabeza antes de tener sexo no lo hace ("defecto"). Recuerda que un Peón se puede volver Reina, si permitimos que el problema crezca.
En el Sexo: Son eso hábitos que han funcionado con otras parejas, pero que no suelen ser igual con otras personas. No nos limitemos a realizar lo practicado, sino a practicar lo in-descubierto.
El Tablero es el límite, y tenemos un gran número de casillas donde podremos realizar innumerables movimientos.
Después de todo: LA VIDA Y EL SEXO; SON SOLO UN JUEGO.
